Desde Ecoherencia continuamos con nuestro proyecto de fomento de la biodiversidad en ecosistemas agrarios en la comarca de Campo de Montiel. La entidad ha sido apoyada por CaixaBank y la Fundación Montemadrid, a través de la Convocatoria de Medioambiente y Desarrollo Sostenible 2022, que reconoce iniciativas encaminadas a la mejora del patrimonio natural, a través de la protección de la biodiversidad y la innovación ambiental. Cuenta también con la colaboración del Proyecto Libera.
El proyecto se desarrolla en fincas agrícolas en producción situadas en el municipio de Castellar de Santiago, en las que se construirán cuatro charcas para que vivan anfibios, se colocarán cajas nido, se plantarán árboles y arbustos de especies autóctonas de flora apícola, y se fabricarán hoteles para insectos con el fin de facilitar la presencia de polinizadores silvestres. Estas actuaciones enriquecerán la biodiversidad de la finca que podrá proporcionar, aparte de alimentos, otros servicios ecosistémicos como polinización, control de plagas, control de la erosión del suelo y mejor aprovechamiento del agua.
Con estas acciones, los olivares y otros cultivos necesitan menos productos químicos debido a los servicios ecosistémicos que ofrece la biodiversidad y se añade así un valor adicional al producto que se comercializa, cada vez de mayor importancia para el consumidor. Además, las fincas ricas en biodiversidad se posicionan mejor en una PAC cada vez con más exigencias medioambientales.
La zona de actuación se encuentra dominada por una extensión de parcelas cultivadas, predominantemente de olivar y viñedo. A pesar de la presión antrópica de este tipo de ecosistemas, hay que tener en cuenta que la mayor parte de la biodiversidad española se encuentra vinculada a los sistemas agrarios. Por ello, es imprescindible favorecer y fomentar con pequeñas acciones la restauración y conservación de los ecosistemas naturales, así como asegurar la conectividad ecológica en estos territorios.
Con este tipo de acciones se pretende generar un modelo de restauración de este tipo de espacios que sea replicable en otras zonas de cultivo o zonas naturales donde hayan desaparecido estos tipos de hábitats. De esta manera, se contribuye a aumentar la resiliencia de los ecosistemas y de la biodiversidad frente a los cambios que estamos sufriendo, especialmente la emergencia climática.
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