Durante el mes de febrero, hicimos una revisión del estado de las charcas en Castellar de Santiago. En primer lugar, medimos el porcentaje de supervivencia de la reforestación, siendo el resultado muy positivo con el 85% de los árboles y arbustos vivos y creciendo.

Además, hicimos una revisión visual de presencia de macroinvertebrados y apreciamos  poblaciones de diferentes especies de insectos: canutillos, efímeras, nadadores de espaldas, cochinillas, etc. Además, el agua estaba bastante clara y se apreciaba el fondo.

A finales de abril continuamos con el seguimiento y realizamos un examen exhaustivo de la biodiversidad de la finca y del estado de las charcas. Para ello realizamos tres tipos de mediciones:

—Muestreos de vegetación para calcular los Índices de biodiversidad vegetal en las charcas, en las calles del olivar, bajo los olivos y en las zonas de plantación.

Para calcular este índice identificamos las especies presentes en un metro cuadrado de las diferentes zonas, el cual era lanzado aleatoriamente en dos o tres ocasiones en función del lugar.

Obtuvimos un Índice de biodiversidad vegetal total en la finca de 44. En la charca 1 de 13 y en las charcas 2 y 3 el índice fue de 11.

Muestreando vegetación

­—Realizamos un análisis físico-químico del agua de la charca 1 (la única que tenía agua debido a las lluvias).

Los resultados arrojaron que la calidad del agua es buena. En esta ocasión la turbidez del agua era bastante alta debido a las lluvias muy recientes.

—Por último, muestreamos los macroinvertebrados presentes en la charca 1, y se identificaron especies de los siguientes taxones: coleópteros, dípteros, efemerópteros,  heterópteros y tricópteros.

No observamos renacuajos a simple vista, pero utilizando una redecilla capturamos un ejemplar de sapo de espuelas.

Renacuajo de sapo de espuelas

También observamos diferentes heces de anfibios y pequeños mamíferos en las orillas de la charca.

Muestreando macroinvertebrados